Pudimos ganar y pudimos perder en un partido en el que las ocasiones no faltaron (siendo justo, creo que Calatayud en cómputo global tuvo más) pero Pablo Florentín supo aguantar el bombardeo local.
Un partido exigente, miras los resultados anteriores y son extraños, lo que me hace entender que no te puedes fiar de estos.
Por fin completas una semana con dos entrenamientos, después de tres en las que solo habíamos podido entrenar uno de ellos y obviamente cuanto más entrenas, más aprendes, más enchufado estás y más facilidad tienes de demostrar lo que vienes practicando.
Cada día tengo más claro que tienes que dejar que el tiempo fluya, que sucedan las cosas como sucedan, ojalá siempre salgan de cara pero sin olvidar que perdiendo también se aprende.
Hace días que no llevo un mando de la play en la boca y sí, me siento muy extraño pero también he visto un progreso diferente al que venía viendo.
Nos queda por delante un partido antes de acabar el año, ojalá termine de la mejor manera, estos se lo merecen más que nadie.
Alberto García.